Con la llegada de la temporada decembrina, las celebraciones y el uso frecuente de pirotecnia representan un riesgo significativo para la salud emocional y física de las mascotas. El médico veterinario Jesús Alberto Sol Jiménez advirtió que la ansiedad y el estrés provocados por los estruendos pueden ser tan severos que incluso llegan a poner en riesgo la vida de los animales. Durante festividades como las posadas y el Día de la Virgen de Guadalupe, el sonido de cohetes y cuetes impacta especialmente a perros y gatos debido a su sistema auditivo más sensible.
El especialista explicó que los episodios de ansiedad pueden iniciar desde las primeras horas de la noche, cuando comienzan los estruendos. En situaciones extremas, algunos perros intentan escapar del ruido y pueden saltar desde azoteas o romper ventanas, lo que los expone a accidentes graves.
Sobre las reacciones a la pirotecnia, el veterinario indicó que todos los perros pueden verse afectados, aunque los cachorros suelen ser los más vulnerables. Comentó que ha atendido casos de mascotas con salivación excesiva, temblores, falta de apetito e incluso autolesiones derivadas del estrés. En animales con predisposición genética a la epilepsia, los estruendos pueden desencadenar convulsiones.
A su vez, el especialista, llamó a la población a tomar conciencia sobre el impacto de la pirotecnia no solo en animales domésticos, sino también en gatos que viven en el exterior y en niños con autismo, quienes también pueden sufrir ante los estruendos. Subrayó que los perros callejeros, al estar más expuestos a ruidos fuertes, tienden a desarrollar mayor tolerancia; sin embargo, los animales de casa no tienen el mismo nivel de adaptación y pueden sufrir trastornos nerviosos severos.