Cocineros experimentados en Chiapas han tomado la tradicional paella española y la han transformado en un platillo con identidad propia, adaptándola a los ingredientes y sabores de la región. En Tuxtla Gutiérrez, , la receta se reinventa con puerco, alas de pollo en lugar de conejo, mariscos locales y pimientos morrones que aportan color y dulzura al arroz especiado.
El azafrán, ese tesoro aromático que no puede faltar, sorprendentemente ya se cultiva en los Altos de Chiapas, aportando un toque local a esta creación de alma mestiza.
En Tuxtla, el platillo ha encontrado su lugar no solo en las mesas familiares de fin de semana, sino también en iniciativas culinarias que lo enseñan y promueven como una opción accesible.
Preparada con arroz del mercado y sin ingredientes importados, esta paella chiapaneca puede alimentar a varias personas con un costo moderado, mostrando que la cocina internacional también puede ser parte de lo cotidiano cuando se adapta con ingenio y sabor local.
