Llenar una vivienda de adornos luminosos durante la temporada navideña puede convertirse en un riesgo cuando no se cuenta con instalaciones eléctricas adecuadas o cuando se utilizan productos de baja calidad.
A esto se suma el peligro de las malas conexiones improvisadas en pisos y patios, donde cables sin protección pueden dañarse con facilidad, poner en riesgo a los visitantes y disparar el gasto eléctrico que se refleja en las facturas de enero.
El uso de luces LED certificadas, verificar etiquetas y especificaciones técnicas, así como revisar el estado de las tomas de corriente son acciones clave para reducir peligros y asegurar una mayor durabilidad de los adornos. También se recomienda desconectar los aparatos cuando no estén en uso para evitar el consumo en reposo y considerar tecnologías como temporizadores o sistemas domóticos que controlen el encendido automático.
Estas medidas no solo disminuyen el riesgo de incidentes, sino que ayudan a mantener bajo control el gasto energético durante una época en la que el entusiasmo decorativo suele llevar a excesos.
