La tragedia de Liliana Guadalupe Marroquín Marroquín, una niña de apenas 12 años, sigue marcando la memoria de toda una ciudad. La pequeña provenía de una familia que se dedicaba a vender plantas y dulces regionales, como caballitos y turuletes. Su vida, que parecía transcurrir con normalidad, fue truncada de forma atroz y violenta.
Liliana y su familia solían viajar de Berriozábal a Tuxtla Gutiérrez, donde se dividían para vender en distintas calles. Al finalizar la jornada, siempre se ponían de acuerdo para reunirse en un punto específico, compartir la comida y regresar juntos a casa. Sin embargo, el 19 de octubre de 2024, esa rutina se rompió para siempre.
Esa tarde, Liliana nunca llegó al punto de encuentro. Las horas pasaron, y la familia comenzó a desesperarse. Decenas de operativos de búsqueda se realizaron en Tuxtla Gutiérrez, y miles de fichas de búsqueda fueron colocadas por toda la ciudad con la esperanza de encontrarla.
La noticia conmocionó a la ciudad y dejó una herida profunda en el corazón de todos los que conocían a la pequeña. Las autoridades lanzaron una ficha de búsqueda para encontrar al supuesto feminicida, de nombre Víctor José Carrera Mayor, quien ya había sido señalado por vecinos por su actitud violenta. La Fiscalía General del Estado de Chiapas ofreció una recompensa, para quien pudiera aportar información que ayudara a su captura.
Mientras tanto, familiares y vecinos pidieron intensificar la búsqueda, temiendo por su seguridad ante la posibilidad de que Víctor estuviera aún prófugo. Fue el 28 de octubre de 2024, cuando las autoridades informaron a través de las redes oficiales, que habían encontrado el cuerpo sin vida del señalado feminicida, al interior de un domicilio al norte poniente de Tuxtla Gutiérrez.