Durante la temporada decembrina, las reuniones familiares, las posadas y las cenas de fin de año suelen propiciar un incremento en el consumo de alimentos ricos en azúcares, grasas y harinas, lo que facilita que muchas personas ganen entre tres y cinco kilos en pocas semanas.
Recomiendan mantener horarios regulares de alimentación, elegir carnes magras como pavo o pollo, acompañar los platillos con ensaladas ligeras, priorizar alimentos de temporada ricos en vitamina C e hidratarse adecuadamente para evitar atracones y digestiones pesadas.
Además de los efectos inmediatos como la hinchazón o el malestar al día siguiente, el descontrol alimentario en estas fechas puede tener repercusiones mayores en personas con diabetes, hipertensión u otros padecimientos. En el caso de niñas y niños, recuerdan que la responsabilidad recae en los adultos, quienes deben ofrecer opciones más saludables sin prohibiciones estrictas para evitar antojos excesivos.
Moderar porciones, evitar acostarse justo después de cenar y elegir bebidas naturales en lugar de refrescos o alcohol son medidas clave para disfrutar las fiestas sin que los excesos pasen factura.
