En el inicio de las fechas de mayor movimiento comercial por el cierre de año, comideras tradicionales como doña Fanny se encuentran en marcha forzada para atender la demanda de alimentos, especialmente botanas, que forman parte de las reuniones familiares.
Con más de 15 años de experiencia en la venta de alimentos, doña Fany ha observado cambios en los hábitos de consumo, ya que este año las ventas han sido moderadas en comparación con periodos anteriores.
Pese al aumento en el costo de los insumos, sobre todo en verduras, doña Fany mantiene su producción como una forma de sostener la economía familiar y apoyar la gastronomía local.
Su trabajo diario, que inicia desde la madrugada, refleja el esfuerzo de pequeñas comideras que, a base de constancia, siguen siendo una opción importante para quienes prefieren consumir productos hechos en casa y apoyar a los negocios locales, ella se ubica en la Segunda oriente y sexta si aún no han encontrado la botana para compartir en estas reuniones de fin de año.
