La salud femenina es importante, por lo que en el mes de la lucha contra el cáncer de mama es de vital importancia conocer las medidas preventivas para mejorar nuestra calidad de vida.
La mastografía es la herramienta más reconocida para detectar el cáncer de mama de manera temprana. A partir de los 40 años, todas las mujeres deben programar una mastografía anual de detección, incluso si no tienen síntomas preocupantes.
Pero si tu médico también recomienda un ultrasonido de mama, aquí te explicamos por qué podría ser necesario y en qué se diferencia de la mastografía.
Si la mastografía es un mapa del tejido mamario, el ultrasonido de mama sería como una lupa: sirve para explorar áreas difíciles de ver en la mastografía o para observar con mayor detalle algo que apareció en ella.
Entre las razones por las que puede recomendarse un ultrasonido de mama están:
Tener mamas densas
Tener un alto riesgo de cáncer de mama (por ejemplo, antecedentes familiares fuertes)
Evaluar un hallazgo anormal visto en una mastografía de detección
Guiar una biopsia de mama
Evaluar una infección mamaria
Una de las razones más comunes para necesitar un ultrasonido después de una mastografía es precisamente tener tejido mamario denso.
El tejido mamario denso puede hacer más difícil detectar cáncer en una mastografía —aunque, como aclara la Dra. Ha, no imposible.
Con un ultrasonido, los tumores y el tejido denso suelen diferenciarse con mayor claridad.
