Los hechos ocurrieron cuando inició una etapa de inseguridad en la zona, marcada por amenazas y agresiones que pusieron en riesgo la vida de los habitantes, lo que obligó a las familias a abandonar su comunidad y trasladarse a San Cristóbal de Las Casas.
A cuatro años del desplazamiento, las familias piden mayor atención integral por parte de las autoridades, especialmente en materia de salud, educación y alimentación.
Ante la imposibilidad de regresar a Nueva Palestina, han solicitado formalmente su reubicación definitiva en un lugar seguro, además de la revisión de casos judiciales que consideran injustos y la aparición de un familiar desaparecido desde los hechos de violencia. Mientras tanto, los adultos han tenido que recurrir a actividades informales para subsistir en la ciudad, enfrentando condiciones precarias por lo que se manifestaron para pedir una vida digna a las niñas, niños y familias afectadas.
