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Chiapas se beneficia de la restitución de bienes culturales robados: un paso hacia la protección del patrimonio histórico

El tráfico ilícito de bienes culturales sigue siendo una amenaza persistente para estados como Chiapas, que cuentan con una riqueza histórica y arqueológica invaluable. Sin embargo, los esfuerzos del gobierno mexicano en los últimos años han logrado avances significativos en la lucha contra este delito, con la restitución de piezas que regresan al patrimonio colectivo del estado y del país. Esta acción no solo busca reparar una injusticia, sino también garantizar que los bienes culturales estén disponibles para el estudio y el disfrute de las futuras generaciones.
Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), las recuperaciones de objetos culturales no son solo un acto de justicia, sino una forma de preservar la historia para las próximas generaciones. La magnitud de estas restituciones es destacable a nivel nacional: en el último año se han devuelto 2,269 objetos culturales, y si se suman las recuperaciones de las dos administraciones anteriores, el total asciende a más de 14,000 piezas. Estas acciones reflejan el compromiso del gobierno mexicano con la protección del patrimonio histórico y cultural del país.
En Chiapas, las gestiones para la recuperación de piezas culturales han sido particularmente notables. En junio de 2024, el gobierno mexicano recibió la restitución de 35 piezas arqueológicas originarias de la región de Cintalapa, datadas del Periodo Clásico mesoamericano (100-600 d.C.). Estas piezas fueron localizadas en una colección privada en Estados Unidos y, tras un dictamen del INAH, se confirmó su procedencia, lo que permitió su regreso a México. Este hecho subraya el éxito de las gestiones internacionales en la recuperación de bienes patrimoniales.
Otro hito importante en la restitución de bienes culturales en Chiapas ocurrió en abril de 2019, cuando se logró la devolución de un fragmento de la Estela 2, una pieza monumental originaria de la zona arqueológica de Izapa. Esta pieza también fue recuperada de un coleccionista privado en Estados Unidos. El INAH resalta que la protección del patrimonio cultural no solo es una obligación legal, sino un acto de dignidad colectiva, de reivindicación y respeto profundo hacia la identidad cultural del país. Las restituciones recientes de bienes culturales han sido posibles gracias a la coordinación internacional con países como Argentina, Canadá, Italia, Francia, Suiza y Dinamarca, entre otros, quienes han colaborado activamente en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales.