Con más de dos décadas de labor altruista, Armando Antonio, o mejor conocido como el payaso Chipotín, junto a sus amigos han dedicado sus esfuerzos a apoyar a las familias más vulnerables, especialmente a quienes se encuentran a las afueras del Hospital Pediátrico en Tuxtla Gutiérrez. Él afirma que, nueve de cada diez pacientes provienen de comunidades rurales, y muchos de sus acompañantes —padres, madres y familiares— no tienen recursos ni un lugar donde dormir. En medio de esta realidad, decidió crear una asociación, la cual lleva años entregando ropa, alimentos, medicamentos, pañales y apoyo emocional.
Actualmente, la agrupación ha iniciado una nueva colecta para recolectar suéteres, chamarras, cobijas y ropa limpia en buen estado. También se reciben artículos nuevos, ropa de bebé, zapatos, colchonetas y pañales. Esta colecta se extiende, atendiendo no solo a los niños hospitalizados, sino también a sus acompañantes, que a menudo duermen en la intemperie.
La labor de Armando, junto a su personaje chipotín, no se limita a la entrega de donaciones; cada jornada incluye un desayuno completo para los familiares. Todo esto, afirma Armando que se realiza sin fines de lucro y con el deseo de compartir alegría y esperanza.
Cabe señalar que esta labor que hoy realiza Armando, es un legado que su madre le dejó y a quien honra con cada sonrisa que entrega. La invitación está abierta; si tienes una prenda, una cobija, unos zapatos o un gesto de amor, compártelo. La solidaridad no cuesta, y puede transformar vidas.