El Instituto de Cultura y Artes del Estado de Campeche presentó anoche el V Concierto de Temporada de la Orquesta Sinfónica de Campeche, dedicado a la música de Maurice Ravel, en el marco de la celebración del 150 aniversario del nacimiento del compositor francés.
En el Teatro “Francisco de Paula Toro”, bajo la dirección del maestro Faustino Díaz, la OSCAM interpretó cuatro obras fundamentales del compositor francés que permitieron apreciar tanto su refinamiento orquestal como su capacidad para evocar atmósferas poéticas y danzantes.
El programa inició con la Pavana para una infanta difunta, pieza temprana que Ravel orquestó en 1910 y que evoca con elegancia melancólica una danza cortesana del siglo XVI. Le siguió el Minueto antiguo, un homenaje de Ravel al compositor Emmanuel Chabrier que recrea con espíritu moderno las danzas del siglo XVIII.
El momento estelar de la noche correspondió al Concierto para piano en Sol Mayor, interpretado por el pianista francés Pierre-Arnaud Le Guérinel. Esta obra, compuesta entre 1929 y 1932, refleja la fascinación de Ravel por el jazz estadounidense tras su gira por Estados Unidos, combinando ritmos sincopados y armonías modernas con una estructura clásica inspirada en Mozart y Saint-Saëns.
Le Guérinel, director del Instituto de Formación Musical Maurice Ravel en Oaxaca y galardonado con el Laurel de Oro al Mérito Cultural Ramón Valdiosera Berman, aportó su profundo conocimiento del repertorio francés a esta interpretación.
El concierto cerró con el emblemático Bolero, esa “danza lasciva” compuesta en 1928 que se ha convertido en la obra más reconocible de Ravel. Su hipnótico crescendo sobre un motivo melódico persistente y su magistral despliegue de colorido orquestal cautivaron al público, confirmando por qué esta pieza sigue siendo uno de los ejercicios de orquestación más brillantes de la música del siglo XX.
Este V Concierto de Temporada forma parte del compromiso del Gobierno del Estado de Campeche, a través del Instituto de Cultura y Artes que dirige Mónica Alejandra Sosa Rodríguez, por acercar a la población campechana experiencias artísticas de la más alta calidad.
