La Coordinación Organizadora de la Unidad Campesina (COUC) en Sinaloa llamó a que la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), anunciada por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, y se coloque en el centro las necesidades del campo mexicano y no solo los intereses de las grandes corporaciones multinacionales.
Agustín Espinoza Laguna, secretario general de la COUC en el estado, señaló que mientras los agricultores de Estados Unidos cuentan con subsidios y seguros de rentabilidad, en México los productores enfrentan precios deprimidos, altos costos y la ausencia de instrumentos efectivos de gestión de riesgos.
“Las presas de Sinaloa se ubican en torno al 38 por ciento de su capacidad, muy por debajo del promedio histórico de estas fechas. Esta vulnerabilidad hídrica se suma a un esquema comercial desigual que amenaza la seguridad alimentaria”, advirtió.
El dirigente propuso que la revisión del T-MEC incluya medidas específicas como:
-Reglas de origen estrictas y preferencia al grano nacional. Blindar la cadena agroalimentaria contra triangulación y dumping regulatorio, priorizando compras públicas al maíz mexicano.
-Salvaguardas agrícolas automáticas. Activación inmediata cuando las importaciones subsidien o hundan el precio interno por debajo del costo regional de producción.
-Compensaciones por asimetrías. Fondo trilateral y apoyos federales directos (coberturas, seguro catastrófico y forraje) para nivelar la competencia con socios altamente subsidiados.
Refuerzo presupuestario 2026 para SADER. Bolsas específicas para comercialización, coberturas y sanidad, más tecnificación de riego y tarifa preferente de bombeo.
-Participación real del campo en las consultas. Mesas de trabajo con productores y organizaciones, y que sus recomendaciones queden vinculadas al informe de 2026.
Espinoza enfatizó que la apertura del proceso representa una oportunidad para corregir desigualdades, pero advirtió que, de ignorarse la voz del campo, se pondrá en riesgo la soberanía alimentaria y la viabilidad de miles de familias productoras.
“El maíz nació en nuestra tierra; debe seguir siendo el corazón de nuestra economía y de nuestro futuro”, puntualizó.