Aunque la pirotecnia permanece como parte esencial de las celebraciones en México, su impacto en personas con autismo, TDAH y otras condiciones de la neurodivergencia provoca miedo, ansiedad y aislamiento. La directora de la Clínica Mexicana de Autismo y Alteraciones del Desarrollo (Clima), Lizbeth Anel Villalvazo Millán, explicó que el uso de estos artefactos se mantiene por su arraigo histórico, ya que acompaña las festividades desde las Fiestas Patrias en septiembre hasta las celebraciones religiosas de noviembre y diciembre, además de representar una fuente de ingreso para muchas familias.
Sin embargo, advirtió que este hábito debe replantearse a partir del conocimiento actual sobre la sensibilidad sensorial. Señaló que un estallido inesperado, para una persona neurotípica, equivale a un grito directo al oído, pero repetido una y otra vez hasta provocar una saturación emocional. Esta sobreestimulación genera respuestas intensas de angustia que muchas veces no reciben comprensión social, ya que suelen minimizarse con soluciones parciales como el uso de audífonos.
Villalvazo relató que su propio hijo, durante una noche de Grito de Independencia, enfrentó una crisis pese a la preparación previa. Comparó la experiencia con estar en medio de un campo de batalla y explicó que, tras el evento, el joven necesitó caminar, escuchar música y recibir masajes para recuperar la calma. A estos casos se sumó el testimonio de Adriana Cardiel Segura, madre de un niño de seis años con TDAH, quien describió reacciones de terror, llanto y descontrol ante los estallidos, mientras su hijo se pregunta por qué no se piensa en niños con estas condiciones.
Ambas coincidieron en que la solución no consiste en eliminar la tradición, sino en establecer acuerdos y límites. Propusieron horarios definidos, control de decibeles y una regulación más estricta en la venta de pirotecnia. El llamado final apuntó a la empatía colectiva, con la convicción de que las fiestas también deben resultar accesibles para quienes viven con una mayor sensibilidad al ruido y, en estas fechas, afrontan miedo y sufrimiento en lugar de celebración.
