El obispo emérito de Saltillo, Fray Raúl Vera López, originario de Acámbaro, Guanajuato, se pronunció contra la construcción del Acueducto Solís-León, al considerar que el proyecto pone en riesgo el ecosistema del Lago de Chapala y el abasto agrícola de la región. Afirmó que la obra responde a una “alianza político-empresarial” que privilegia intereses privados sobre las necesidades de las comunidades rurales.
En un comunicado difundido el 10 de noviembre, el religioso expresó su “oposición rotunda, firme y permanente” al proyecto hídrico, sumándose al rechazo que ya habían manifestado otros líderes religiosos como el Padre Pistolas. Señaló que el trasvase de 120 millones de metros cúbicos de agua al año afectaría directamente al caudal que alimenta el Lago de Chapala y pondría en riesgo el sustento de miles de familias que dependen de la presa Solís.
Vera López cuestionó que las comunidades cercanas al embalse carezcan de acceso justo al recurso, mientras la tecnificación del riego y la distribución del agua benefician a municipios industriales. También acusó al gobierno estatal de no consultar a la población y de intentar imponer un proyecto que calificó como “un nuevo intento de despojo”, similar al ocurrido con la Presa El Zapotillo en Jalisco.
El obispo llamó a detener la obra y abrir una consulta ciudadana que garantice la participación real de los afectados. Subrayó que el agua no debe tratarse como una mercancía, sino como un derecho humano y un bien común. “No puede hablarse de progreso mientras se alimenta la avaricia de unos cuantos. El verdadero desarrollo solo existe con justicia, respeto y verdad”, concluyó el prelado, al unirse al coro de voces que demandan transparencia y protección de los recursos naturales en Guanajuato.
