La inseguridad que se vive en Salamanca ha provocado una disminución de hasta 60% en la realización de eventos sociales, afectando también los aforos, que antes alcanzaban mil 500 personas y ahora apenas llegan a 100 asistentes en casos considerados “grandes”. Representantes del sector señalan que esta situación se ha agravado por presuntas llamadas de extorsión.
Santiago Martínez, prestador de servicios en el municipio, explicó que la inseguridad y los efectos posteriores a la pandemia han sido los factores que más han golpeado al sector. Aunque se buscó reactivar las actividades, la violencia ha frenado la recuperación.
El empresario señaló que prácticamente todos los prestadores de servicios han recibido intentos de extorsión, lo que ha generado incertidumbre y pérdida de ingresos. Cuestionó que, pese a la aportación fiscal que realizan, los proveedores no sienten respaldo suficiente en materia de seguridad.
Para atender esta problemática, propuso fortalecer las capacidades de investigación y persecución de delitos de extorsión. De enero a octubre de 2025, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública registró 143 carpetas de investigación por este delito en Salamanca.
Martínez recordó que hace algunos años diciembre era una temporada con agenda saturada; sin embargo, actualmente la demanda ha caído de manera drástica. Incluso la renta de mobiliario ha disminuido, pues muchas familias han reducido el tamaño y la duración de sus celebraciones por temor a la inseguridad.
Ante esta realidad, prestadores de servicios solicitan acciones más contundentes para proteger al sector y permitir la reactivación de actividades sociales en el municipio.
