El año 2024 se convirtió oficialmente en el más mortal a causa del cambio climático, según un informe publicado por The Lancet Countdown on Health and Climate Change. Las muertes relacionadas con el calor extremo y la contaminación del aire alcanzaron cifras récord, dejando al descubierto una crisis ambiental y sanitaria sin precedentes.
De acuerdo con el estudio, las muertes por calor extremo han aumentado un 23% desde la década de 1990, cobrando actualmente 546 mil vidas cada año. A esto se suman 154 mil muertes en 2024 provocadas por el humo de incendios forestales, además de 2.5 millones de fallecimientos anuales vinculados con la quema de combustibles fósiles como carbón y gasolina.
El informe, encabezado por la investigadora Marina Romanello del University College de Londres, advierte que el planeta enfrenta “daños récord a la salud” por olas de calor, sequías y contaminación atmosférica, mientras muchos gobiernos reducen sus compromisos climáticos.
El año pasado también fue el más caluroso registrado, con la población mundial expuesta a 16 días adicionales de calor extremo. En Estados Unidos, las olas de calor provocaron 11 mil 500 muertes y más del 30% del territorio sufrió sequías severas.
A pesar de las advertencias, las grandes petroleras y bancos aumentaron su producción e inversiones en combustibles fósiles, alcanzando más de 611 mil millones de dólares en 2024, un 29% más que en 2023.
Los expertos advierten que, si el mundo no reduce su dependencia de estos combustibles, los sistemas de salud y respuesta a desastres colapsarán, poniendo en riesgo la vida y el bienestar de los 8 mil millones de habitantes del planeta.
