En el marco del Festival del Día de Muertos “Pomuch para el Mundo 2025”, las tradiciones mayas cobraron vida con la realización del juego de pelota, un ritual ancestral que simboliza la conexión entre el hombre, la tierra y los dioses del maíz.
Antes de iniciar el encuentro, un participante realizó el ritual de purificación y protección, con el propósito de bendecir el campo y a los jugadores, pidiendo permiso a los dioses para dar inicio a esta práctica sagrada. El ambiente se llenó de energía, incienso y respeto por una costumbre que ha sobrevivido al paso de los siglos.
Durante el juego, los participantes vestidos con atuendos tradicionales golpeaban la pelota únicamente con la cadera, sin utilizar las manos, demostrando fuerza, precisión y destreza, hasta lograr que el esférico atravesara el aro central, entre los aplausos del público que observaba con asombro y orgullo.
Esta representación no solo recreó un pasaje fundamental de la cosmovisión maya, sino que también reafirmó el compromiso de Pomuch con la preservación de sus raíces culturales, mostrando que las tradiciones del pueblo no se olvidan, sino que siguen latiendo con el mismo espíritu que las vio nacer.
