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Un logro impulsado por Movimiento Ciudadano: Tabasco reconoce los cuidados como derecho universal

En una sesión histórica del Congreso local, Tabasco dio un paso trascendente al reconocer los cuidados como un derecho universal, logro impulsado por la Coordinadora de la fracción parlamentaria de Movimiento Ciudadano, Diputada Patricia Lanestosa Vidal, quien presentó la iniciativa con proyecto de decreto el pasado 7 de octubre de 2024, la cual fue aprobada y elevada a rango constitucional tras recibir dictamen positivo de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, consolidando así un avance sin precedentes en la protección de los derechos humanos.

Lanestosa Vidal destacó que con esta reforma Tabasco se suma a la ruta nacional que otras entidades como Jalisco, Estado de México y Ciudad de México ya han emprendido, al establecer sistemas integrales de cuidados que reconocen el valor del trabajo de quienes cuidan y la necesidad de garantizar un cuidado digno para todas las personas, lo que convierte a la entidad en referente de progreso social y corresponsabilidad.

Asimismo, la legisladora subrayó que el reconocimiento constitucional del derecho al cuidado es sólo el primer paso, ya que toda reforma requiere de su respectiva ley reglamentaria, recordando que el 13 de marzo de este año presentó la iniciativa de Ley del Sistema de Cuidados del Estado de Tabasco, concebida como un modelo solidario que involucra a familias, Estado, comunidad y sector privado en la atención de niñas, niños, adolescentes, personas mayores y con discapacidad o pérdida de autonomía.

En ese sentido, agradeció la disposición y respaldo de las distintas fracciones parlamentarias que se sumaron a esta causa, demostrando que cuando hay voluntad y visión compartida, es posible construir el Tabasco más justo e igualitario que todas y todos anhelamos, donde las buenas causas nos unen por encima de las diferencias.

La Diputada enfatizó que el Estado mexicano mantiene una deuda histórica en materia de cuidados, por lo que la aprobación de esta reforma representa un acto de justicia social y de reconocimiento a las personas —en su mayoría mujeres— que dedican su vida al cuidado de otros sin recibir el respaldo institucional que merecen, abriendo así la puerta a políticas públicas más humanas, equitativas e incluyentes.