“Espurio, entreguista y vendepatrias” fueron las palabras que con las que la presidenta Claudia Sheinbaum calificó al exmandatario Felipe Calderón despúes de que participó en la conferencia sobre “el Estado de la Democracia en América”, en la Universidad de Georgetown en Washington, Estados Unidos, y uno de los cuestionamientos de si el gobierno de Estados Unidos pudo haber salvado la democracia en México, Calderón respondió que el proceso de la Reforma Judicial pasó “debajo de las narices” del embajador estadounidense.
“Fíjense la gravedad de lo que dice un expresidente, ya saben que yo siempre le pongo el apellido espurio, porque llegó con un fraude electoral al gobierno de México. Es indignante, no tiene otra palabra. O sea, va a Estados Unidos y le preguntan y que opinan de la política exterior y dice, imagínense como es posible que la reforma al poder judicial haya pasado pro las narices del embajador estadounidense y no haya hecho nada”.
En el foro, el exmandatario afirmó que el “proceso de demolición” del Poder Judicial ocurrió sin oposición del entonces embajador estadounidense, Ken Salazar.
En el mismo tenor, la presidenta Sheinbaum refirió que mayor injerencismo de un embajador estadounidense en nuestro país fue durante el golpe de estado a Francisco I. Madero, donde el entonces el diplomático de Estados Unidos en México, Henry Lane Wilson, tuvo influencia y arremetió contra Calderón por sugerir que la Unión Americana tenga participación en la política mexicana.
“Pero Calderón, expresidente espurio de México va a Estados Unidos a decirles que el embajador de Estados Unidos debería haber intervenido en México para que no pasara la reforma judicial, aparte de espurio, entreguista, vendepatrias”.