Skip to content

Un aprendiz de 15 años murió en un taller de Bozova, Turquía tras ser sometido a una ‘broma’ por sus compañeros: le introdujeron aire a presión en el recto, ocasionándole lesiones internas extremas

Una supuesta “broma” en un taller de carpintería en Bozova, Turquía, terminó en una tragedia. Muhammed Kendirci, un joven aprendiz de solo 15 años, murió a causa de las lesiones internas extremas que le provocaron sus propios compañeros.

Los hechos se remontan al pasado 14 de noviembre. La víctima fue inmovilizada por dos individuos en el taller, uno de ellos identificado como Habip Aksoy. De forma forzada y violenta, le introdujeron una manguera de aire a alta presión por el recto y accionaron una ráfaga. La fuerza del aire comprimido causó un daño catastrófico en los órganos internos del adolescente, incluyendo una ruptura que desató heridas de extrema gravedad.

Muhammed fue trasladado de urgencia e internado en la unidad de cuidados intensivos. A pesar de permanecer luchando por su vida durante cinco días críticos, no pudo superar las lesiones y su fallecimiento fue confirmado el 19 de noviembre.

El procedimiento de inyectar aire a presión en el cuerpo es extremadamente peligroso, ya que puede generar una embolia gaseosa, donde una burbuja de aire bloquea un vaso sanguíneo, lo que puede ser fatal si afecta al sistema circulatorio o nervioso.

Los sospechosos del brutal ataque defendieron su acción como una simple “broma”. Sin embargo, uno de ellos, Habip Aksoy, fue inicialmente liberado, pero posteriormente fue encarcelado tras una apelación judicial contra la decisión.

Tras la muerte de Muhammed, se han levantado movimientos en Turquía bajo el hashtag #LuchaContraElTrabajoInfantil, exigiendo el cese de estas prácticas y justicia para el joven, con marchas a las que han asistido cientos de personas.