Un tribunal ucraniano condenó a Dmitry Kurashov, un soldado ruso de 27 años, a cadena perpetua por asesinar a quemarropa a un soldado ucraniano que se había rendido, marcando la primera sentencia de este tipo en Ucrania por crímenes de guerra. El incidente ocurrió el 6 de enero de 2024 en la región de Zaporizhzhia, cuando Vitalii Hodniuk, desarmado y con las manos en alto, fue ejecutado por Kurashov. Testigos de la misma unidad rusa confirmaron la responsabilidad del acusado, desmintiendo su intento de culpar a un médico militar.
Durante el juicio se reveló que Kurashov se había alistado en una unidad de asalto rusa a cambio de su liberación anticipada de prisión, una práctica conocida de reclutar convictos para ataques frontales en la guerra contra Ucrania. La Dirección de Inteligencia ucraniana ha documentado más de 150 ejecuciones de prisioneros rusos desde el inicio de la invasión en 2022, lo que sugiere un patrón sistemático.
El fiscal destacó la falta de remordimiento del condenado, mientras la defensa alegaba que seguía órdenes. Este veredicto establece un precedente histórico en la rendición de cuentas por crímenes de guerra en el conflicto Rusia-Ucrania.
