Este martes, Donald Trump vivió un trago amargo: el presidente de Estados Unidos reprobó el ataque de Israel contra líderes de Hamas en Qatar.
La vocera de la Casa Blanca señaló que, aunque Trump considera que eliminar a Hamas es un objetivo, percibió que la operación dejó una impresión muy negativa.
Trump describió el ataque como un “incidente desafortunado” que, paradójicamente, “podría servir como una oportunidad para la paz”.
En medio de acusaciones cruzadas, la Casa Blanca aseguró haber notificado a Qatar antes del ataque, pero el gobierno catarí lo desmintió, precisando que la llamada de Estados Unidos llegó mientras se producían las explosiones del ataque israelí.
Otro ataque tuvo lugar en Nepal, en el sur de Asia. Tras el bloqueo de redes sociales, manifestantes se concentraron frente a la residencia del exprimer ministro y provocaron un incendio en el inmueble, ocasionando graves quemaduras a su esposa. Pese a haber sido trasladada de inmediato a un centro hospitalario, la víctima no logró sobrevivir.
Y en Suecia, la ministra de Salud, Elisabet Lann, se desmayó durante su presentación ante la prensa. Fue atendida de inmediato y minutos después explicó que el incidente se debió a una baja de azúcar.
En medio de los ataques y el fuego que sacuden al mundo, también surgen actos de esperanza. En Rusia, dos hombres rescataron a un osito que había caído en un pozo de desechos. Al escuchar sus desgarradores gruñidos, colocaron una tabla para que pudiera escapar.