Durante el Maratón del Valle, en Cali, Colombia, un niño casi se rinde debido al agotamiento, pero la solidaridad de unos soldados cambió su destino. A punto de abandonar la carrera, el niño recibió el apoyo de un militar que, lejos de solo ofrecer palabras de aliento, decidió acompañarlo corriendo hasta la meta.
“¡Muy bien, comando, excelente!”, le gritaba mientras lo motivaba y guiaba paso a paso. Este acto de generosidad se convirtió en un hermoso gesto de apoyo, demostrando que los verdaderos héroes no siempre llevan capa, sino que se encuentran en el momento adecuado, brindando ánimo y fuerza cuando más se necesita.