Tras tres años de su separación, la artista barranquillera y el empresario deportivo lograron optimizar su comunicación por el bienestar de sus hijos.
Tras más de diez años de relación, la artista barranquillera y el exfutbolista del Barcelona tomaron caminos distintos en medio de rumores de infidelidad y el inicio del noviazgo del deportista con Clara Chía.
Esta situación desató una serie de disputas legales y personales que elevaron la tensión al máximo, obligando a la expareja a cortar toda comunicación directa.
Durante este periodo de distanciamiento, la gestión de asuntos fundamentales como la custodia de sus hijos, Milan y Sasha, o la administración de bienes compartidos, requirió la intervención de terceros.
Tonino Mebarak, hermano de la cantante, y los equipos legales de ambas partes se convirtieron en los únicos canales habilitados para resolver los conflictos, ya que el diálogo entre los protagonistas era inexistente.
Sin embargo, tras tres años de desavenencias, el panorama parece haber cambiado radicalmente. Según reportes recientes de la prensa española, la expareja ha decidido firmar una tregua y restablecer el contacto sin necesidad de intermediarios.
La información divulgada por Silvia Taulés en el medio Vanitatis indica que Shakira y Piqué han vuelto a hablar vía telefónica, utilizando la aplicación WhatsApp para tratar temas exclusivamente relacionados con la crianza de sus hijos, dejando de lado las discusiones del pasado.
Uno de los factores determinantes para esta nueva etapa de cordialidad ha sido la resolución de los temas económicos que los mantenían atados. La venta de la mansión que compartían en Barcelona, la cual fue adquirida recientemente por el futbolista Lamine Yamal, marcó el cierre definitivo de sus vínculos financieros.
El periodista Álex Rodríguez reforzó esta hipótesis en el programa ¡Siéntese Quién Pueda!, explicando que la ausencia de bienes comunes ha facilitado la paz.
“La relación es normal, afortunadamente en estos momentos ya no tienen nada en común, ya no tienen propiedades, lo único que tienen en común en este momento son los hijos. En ese tema no hay ninguna diferencia, que están los dos abogando porque tengan paz, porque tengan seguridad, que en todo se ponen de acuerdo”, aseguró el comunicador al medio citado.
El cambio en la dinámica de la relación también se ha reflejado en las declaraciones públicas de la cantante. Lejos de los reproches que caracterizaron los meses posteriores a la ruptura, Shakira ha mostrado una postura más conciliadora al referirse al padre de sus hijos, destacando virtudes que considera importantes para la formación de los menores.
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En una reciente entrevista, la artista elogió la ética de trabajo del exjugador catalán y cómo esta influye en Milan y Sasha. “También el padre, hay que decirlo, es muy disciplinado, porque es que no se puede triunfar de otra manera en cualquier oficio, la disciplina es básica. Ellos saben que no hay otra manera. Si hay que presentarse a algo, hay que ensayar, si hay que presentarse para un examen, hay que estudiar. No hay otra. Eso sí que es innegociable”, afirmó la barranquillera.