En California, la comunidad de Ashland vivió momentos de pánico tras una poderosa explosión de gas que destruyó varias viviendas y dejó seis personas heridas, tres de ellas en condición grave. El estallido ocurrió alrededor de las 9:35 de la mañana, segundos después de que el flujo de gas fuera cerrado, y sacudió toda la zona como si se tratara de un terremoto, según relataron los vecinos.
La detonación se originó cuando un equipo de construcción dañó accidentalmente una línea subterránea de Pacific Gas & Electric (PG&E). Aunque personal de la empresa acudió de inmediato, el gas ya se había filtrado por distintos puntos bajo tierra, lo que pudo provocar una acumulación crítica. Cámaras de seguridad captaron el momento exacto en el que una enorme bola de fuego estalló y arrancó paredes, techos y ventanas, esparciendo escombros por la calle East Lewelling Boulevard.
Las autoridades del condado de Alameda informaron que tres estructuras quedaron completamente destruidas y otra vivienda resultó severamente dañada. El incendio obligó a movilizar a 75 bomberos, así como varias unidades especializadas para contener las llamas. Entre los heridos se encuentran dos trabajadores que operaban maquinaria en el sitio.
La empresa Redgwick Construction, encargada del proyecto de mejoras urbanas en el área, es la responsable de las obras donde se registró el daño a la línea de gas. Las autoridades investigan si se cumplieron los protocolos de seguridad y notificación de infraestructura subterránea.
El incidente provocó el cierre de la autopista 238 y de calles cercanas, además de evacuaciones preventivas. No se reportan personas desaparecidas. Las autoridades continúan analizando por qué la explosión ocurrió justo después de que se cortara el suministro de gas, un dato clave para determinar eventuales fallas o retrasos en la respuesta.
