Sucedió lo impensable para muchos: Dina Boluarte, presidenta de Perú, fue destituida por el Congreso la noche de este jueves. La decisión se tomó bajo los argumentos de presunto enriquecimiento ilícito y por su supuesta responsabilidad en la represión violenta durante las protestas de 2022 y 2023, que dejaron al menos 50 civiles muertos.
La mandataria fue rápidamente reemplazada por el presidente del Congreso, José Jerí, quien asumió de forma interina. Sin embargo, su nombramiento también genera controversia: en su historial figuran denuncias por soborno y agresión sexual, de las que fue exonerado por falta de pruebas.
Durante sus palabras de despedida, Boluarte vivió un momento bochornoso: su discurso fue abruptamente interrumpido en televisión nacional. Mientras enumeraba los supuestos logros de su gestión, la transmisión fue cortada sin aviso para mostrar la investidura de su sucesor. Un final tan repentino como su paso por el poder.
Pero la historia no termina ahí: la Fiscalía de Perú solicitó un impedimento de salida del país por 36 meses para la expresidenta.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también quiere “destituir” a España, pero de la OTAN. ¿El motivo? El negarse a aceptar la propuesta del mandatario estadounidense de elevar el gasto en Defensa del 2 % al 5 %, una iniciativa que todos los países miembros de la Alianza aceptaron, excepto España.
Ante las declaraciones de Trump, el Ejecutivo español evitó la confrontación y reafirmó su apuesta por la cooperación. Desde La Moncloa, Pedro Sánchez respondió con calma que España cumple con sus compromisos y sigue siendo un miembro pleno y comprometido de la OTAN.
Por su parte, Rusia también decidió mostrar el poder de su fuerza. Tras los recientes ataques ucranianos a su territorio e infraestructura, el Ministerio de Defensa ruso informó este viernes que sus Fuerzas Armadas realizaron un ataque masivo contra instalaciones energéticas que abastecen al complejo militar de Ucrania. El bombardeo provocó amplios cortes de energía en varias provincias del país.
Y en otros sucesos violentos…. En Asia, un hecho insólito sacudió a la India: un abogado de 72 años lanzó su zapato al presidente del Tribunal Supremo tras perder una petición relacionada con un ídolo religioso. El atacante aseguró haber sido “guiado por una fuerza divina”, desatando un encendido debate entre la fe y la justicia.