Que levante la mano quien no haya perdido dinero alguna vez. A todos nos ha pasado y luego aparece el primer día de frío en el bolsillo de algún abrigo. El problema es que ese dinero sea la fortuna de uno de los principales herederos del imperio Hermès. Nada menos que 14.000 millones de euros.
Nicolas Puech, heredero de la familia fundadora de Hermès, acaba de presentar una demanda civil contra LVMH y Bernard Arnault, reclamando la venta fraudulenta de 6 millones de acciones al portador de Hermès. No obstante, esta no es una simple demanda empresarial. Detrás hay décadas de confianza traicionada y una historia que mezcla amistad, gestión patrimonial y una de las batallas bursátiles más intensas del lujo francés.
Un asesor de toda confianza. Durante años, Nicolas Puech, heredero de quinta generación de Thierry Hermés, fundador de la selecta marca de moda de lujo que ha fabricado piezas de culto solo al alcance de unos pocos afortunados, confió la administración de su patrimonio, a Eric Freymond, un gestor suizo que manejaba sus acciones de Hermès y sus inversiones con poderes amplios.
De acuerdo a lo publicado por The Wall Street Journal, la relación entre ambos era cercana y de total confianza, por lo que Puech firmaba mandatos y documentos sin supervisar realmente cada operación. Según el heredero, esa confianza ciega permitió que Freymond realizara movimientos financieros a sus espaldas, sin que él lo supiera. El rico heredero vivía despreocupado de la gestión de su fortuna.
Operaciones ocultas al heredero. Tal y como contaba The Wall Street Journal, incluso la esposa del jardinero de una de sus propiedades en España, al que quiso adoptar, le advirtió del exceso de confianza que estaba depositando en su gestor de patrimonio y de su dudosa lealtad.
