Los robots con IA atraen a las multitudes en Tokio y muestran lo último en tecnología robótica. Destaca un robot humanoide que realiza tareas en simulacros de desastre.
Bajo el lema ‘Sociedades sostenibles a través de la robótica’, la muestra arrancó en el Tokyo Big Sight con una cifra récord de 673 expositores y más de 3 mil 300 casetas. Hasta el 6 de diciembre presentará desde la maquinaria industrial más puntera hasta robots destinados a los cuidados, o incluso a colaborar en negocios de cara al público con la mejor de sus ‘sonrisas’.
Los robots con inteligencia artificial atraen un flujo constante de visitantes en una gran feria comercial en Tokio, donde más de 670 empresas y grupos de investigación se han reunido para mostrar lo último en tecnología robótica.
En el stand de Kawasaki Heavy Industries, un nuevo robot humanoide, controlado a distancia, apagó un incendio simulado y rescató a un gato de juguete, ofreciendo a los visitantes una muestra de las futuras labores en catástrofes.
Con China y Estados Unidos impulsando avances rápidos en humanoides y brazos robóticos, crecen las expectativas de que los robots con IA puedan asumir tareas de riesgo o aliviar la escasez de mano de obra.
Desde robots que ejercen de camareros hasta auxiliares médicos o rescatistas son algunas de las propuestas destinadas a reinventar el mercado laboral en el iREX 2025, la feria de autómatas más grande del mundo, que abrió este miércoles sus puertas en Japón con un énfasis especial en la Inteligencia Artificial (IA) física.
La feria en Tokio también ha tenido una gran presencia de máquinas dedicadas a acompañar y cuidar a la población más mayor del país, esto por el rápido envejecimiento y la caída de la natalidad.
Además del conocido robot educativo Lovot, desarrollado por la compañía japonesa Groove X, y el modelo humanoide Mirokai, creado este año por la firma francesa Enchanted Tools, fueron algunos de los modelos expuestos en este sentido.
Esta tecnología busca dar la capacidad a máquinas como robots o vehículos de percibir e interactuar con el mundo en tiempo real, gracias a cámaras, sensores y radares que les permiten comprender incluso órdenes e instrucciones de personas.