La última gran lluvia de meteoros del año, conocida como las Úrsidas, alcanzará su punto máximo en los próximos días, ofreciendo destellos luminosos en el cielo nocturno y de madrugada, informaron especialistas en astronomía. Aunque se trata de una lluvia moderada en comparación con otros fenómenos similares, los expertos aseguran que vale la pena observarla.
Las lluvias de meteoros se producen cuando fragmentos de rocas espaciales ingresan a la atmósfera terrestre a gran velocidad y se desintegran, generando las conocidas “estrellas fugaces”. Si bien estos meteoros pueden observarse en cualquier noche despejada, las lluvias más intensas ocurren cuando la Tierra atraviesa los restos dejados por cometas o asteroides.
En el caso de las Úrsidas, su pico de actividad se registrará desde la noche del domingo hasta la mañana del lunes, y podrán observarse hasta el 26 de diciembre en el hemisferio norte. De acuerdo con la Sociedad Estadounidense de Meteoros, durante el punto máximo se pueden apreciar entre cinco y diez meteoros por hora, con la posibilidad de ráfagas ocasionales de hasta 25 meteoros por hora.
La visibilidad del fenómeno dependerá de factores como la cantidad de escombros espaciales y el brillo de la Luna. Aunque las Úrsidas cuentan con menos restos cósmicos que lluvias más intensas como las Gemínidas, la fase de luna creciente será favorable, ya que no interferirá de manera significativa con la observación.
Para disfrutar del espectáculo no se requiere equipo especial. Los especialistas recomiendan abrigarse, buscar un sitio alejado de las luces de la ciudad y permitir que los ojos se adapten a la oscuridad. “Cuanto más oscuro sea tu cielo, mejor será la lluvia”, señaló el astrónomo Peter Brown, de la Universidad Occidental de Canadá.
Las Úrsidas se originan en el cometa 8P/Tuttle y, aunque los meteoros pueden aparecer en cualquier parte del cielo, sus trayectorias parecerán surgir de un punto cercano a la constelación de la Osa Menor, también conocida como el Pequeño Cazo.
