Más de mil personas han perdido la vida y cientos permanecen desaparecidas tras las intensas inundaciones que afectan el sur y sureste de Asia, incluyendo Indonesia, Sri Lanka, Tailandia y Malasia. En Sumatra, Indonesia, las autoridades reportan 593 fallecidos y 468 desaparecidos, mientras que miles de habitantes relatan cómo el agua alcanzó alturas de hasta dos metros, arruinando hogares y dejando solo la ropa que llevaban puesta.
En Sri Lanka, las lluvias torrenciales y deslizamientos de tierra han dejado 334 muertos y más de 366 desaparecidos. Miles de personas se han desplazado a refugios temporales y el gobierno, que declaró estado de emergencia, utiliza helicópteros y medios militares para llevar ayuda a las zonas más afectadas.
Tailandia enfrenta su peor inundación en una década, con al menos 162 fallecidos, mientras que en Malasia las lluvias extremas cobraron la vida de dos personas y sumergieron varias localidades.
Los líderes de la región han desplegado recursos de emergencia, incluyendo aviones, helicópteros y buques militares, para rescatar a los desplazados y garantizar ayuda humanitaria. Los testimonios de los sobrevivientes describen escenas de pánico y destrucción, y subrayan la magnitud de este desastre, considerado uno de los más graves en Asia en los últimos años, comparable con el tsunami de 2004.
