En Filipinas, al menos 114 personas murieron y 127 continúan desaparecidas tras el paso del tifón Kalmaegi, uno de los más potentes de la temporada, según confirmó la Oficina de Defensa Civil.
La isla de Cebú fue la más afectada, con 71 fallecidos, luego de que el fenómeno cruzara el país entre martes y miércoles con vientos huracanados e intensas lluvias. El presidente Ferdinand Marcos Jr. declaró el estado de calamidad nacional ante la magnitud de los daños.
Casi dos millones de habitantes en más de 360 localidades resultaron afectados y más de medio millón se encuentran desplazados. Las imágenes muestran comunidades completamente inundadas, personas refugiadas sobre los techos de sus viviendas y vehículos arrastrados por la corriente.
Entre las víctimas también se encuentran seis militares, cuyo helicóptero se estrelló durante operaciones de rescate en la isla de Mindanao.
Mientras el país intenta recuperarse, el servicio meteorológico advirtió que una nueva tormenta tropical podría impactar el norte del archipiélago en los próximos días.
Kalmaegi salió ya de Filipinas rumbo al mar de China Meridional y se espera que toque tierra en las próximas horas en Vietnam, donde las autoridades han movilizado al Ejército para prevenir otra posible tragedia.