Las autoridades de Michigan continúan investigando un trágico tiroteo ocurrido en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en Grand Blanc Township, donde murieron cuatro personas y el tirador, identificado como Thomas Jacob Sanford, fue abatido. Durante las investigaciones, se encontraron “dispositivos explosivos improvisados” en las cercanías de la iglesia, lo que ha llevado a un equipo especializado del Buró de Alcohol, Tabaco y Explosivos a la escena.
El tiroteo, seguido de un incendio, tuvo lugar en días pasados, mientras cientos de feligreses asistían a un servicio. Sanford, de 40 años, fue un conocido de la justicia, con antecedentes de detenciones previas. Tras el ataque, las autoridades entrevistaron a más de cien testigos para determinar el motivo detrás del crimen, mientras que el FBI sospecha que el tirador tenía un odio hacia los mormones.
Además, un conductor de 21 años fue detenido por irrumpir con su vehículo en el área de seguridad de la iglesia, mientras portaba un arma. Las autoridades están investigando si este incidente está relacionado con el tiroteo. Ocho personas resultaron heridas, entre ellas feligreses que actuaron como héroes, atendiendo a las víctimas.
El caso sigue bajo investigación, mientras la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, pidió precaución sobre las especulaciones y el clima de tensión generado por el suceso.