Con el respaldo de dos décadas de investigación, la arqueóloga y criminalista dominicana Kathleen Martínez podría estar más cerca que nadie de resolver uno de los grandes enigmas del mundo antiguo: la ubicación de la tumba de Cleopatra.
Desde el año 2002, Martínez encabeza una misión arqueológica en el templo de Taposiris Magna, cerca de Alejandría, Egipto. En su más reciente hallazgo, el equipo localizó un puerto sumergido con estructuras, columnas y restos que podrían haber estado vinculados directamente con el templo dedicado al dios Osiris, donde Martínez cree que se oculta la tumba de la legendaria reina.
Los descubrimientos también incluyen un túnel subterráneo que conecta el complejo con el mar, además de monedas con la efigie de Cleopatra, estatuillas, objetos rituales y un anillo consagrado a la diosa Hathor.
La leyenda dice que solo una mujer podría encontrar la tumba de Cleopatra, y muchos ven en Kathleen Martínez la figura destinada a cumplir esa profecía no escrita. Incluso Bob Ballard, descubridor del Titanic, se ha sumado a su equipo.
Las autoridades egipcias han calificado los hallazgos como una contribución histórica clave a la arqueología subacuática. La tumba aún no ha sido descubierta, pero cada avance parece confirmar que el misterio está a punto de revelarse.