El huracán Melissa golpeó con fuerza a Las Bahamas, dejando a su paso inundaciones, cortes de energía y daños en la infraestructura de varias islas del archipiélago. El fenómeno, que tocó tierra como categoría 1, afectó principalmente a Rum Cay, San Salvador y Long Island, donde el aeropuerto de Deadman’s Cay terminó bajo el agua.
El diputado Adrian Gibson informó que carreteras quedaron intransitables por los escombros y las fuertes lluvias, y que en varias zonas solo la maquinaria pesada puede acceder. Además, San Salvador y Rum Cay permanecen sin electricidad, con postes derribados y edificaciones dañadas, según confirmó la administradora local, Frances Barr.
Otras islas como Ragged Island, Acklins, Crooked Island y Long Cay también sufrieron los estragos de Melissa, aunque en Crooked Island las autoridades reportaron que los 64 residentes que permanecieron en la zona están a salvo.
El primer ministro Philip Davis expresó su solidaridad con los países del Caribe también afectados por el ciclón, recordando la unidad regional ante la tragedia. “Sabemos el precio de estas tormentas, pero también la fuerza de nuestro pueblo. Nos levantaremos”, aseguró.
Antes del impacto, más de 1,500 personas fueron evacuadas de las zonas bajo alerta. Melissa, que ya se fortaleció a categoría 2, continúa su trayectoria hacia Bermudas, tras dejar un saldo trágico de más de 30 víctimas en Haití, Jamaica y Cuba.
