ICR Diario Digital
Las intensas lluvias del tifón Kalmaegi han generado una catástrofe en el centro de Filipinas, dejando un saldo trágico de al menos 26 fallecidos y desplazando a miles de personas. Este desastre natural ha golpeado con fuerza a la isla de Cebú, sumergiendo comunidades enteras bajo el agua y causando graves trastornos en la región.
Los habitantes de la ciudad de Cebú y sus alrededores se enfrentaron a inundaciones extremas en las últimas horas, con un registro de 183 milímetros de lluvia en tan solo un día, una cantidad que sobrepasa ampliamente el promedio mensual habitual. Los habitantes se vieron obligados a evacuar sus hogares para buscar refugio en centros comunitarios, escuelas y albergues temporales, adaptándose a la nueva realidad que el tifón ha impuesto.
Este fenómeno climático ha impactado severamente a las infraestructuras de la zona. Las fuertes corrientes han arrasado puentes y carreteras, dificultando el acceso para los equipos de rescate que intentan llegar a las áreas más afectadas. A esto se suma el hecho de que el reciente terremoto de 6,9 grados dejó a muchas personas viviendo en condiciones precarias bajo tiendas temporales, exponiéndolas aún más a los estragos del tifón.