El bisonte americano (bison bison), extinto hace 160 años del desierto coahuilense, regresó a esta región, gracias a su reintroducción en la reserva ecológica El Santuario, de casi 4 mil hectáreas, ubicada en la Sierra de Menchaca, a 10 kilómetros de Cuatro Ciénegas.
Se trata de una iniciativa de la Fundación Pro Cuatro Ciénegas que busca poblar nuevamente el valle, contribuir a la regeneración del suelo, a la retención del agua de lluvia, a completar un ciclo en la cadena alimenticia que propicia que otras especies prosperen en estas tierras, como el puma y el oso negro.
La mañana del pasado jueves se liberaron 44 bisontes (38 hembras y seis machos), tres de ellos donados por el Museo del Desierto; la idea es que puedan empezar a conocer el lugar y se vayan adaptando.
Con este proyecto se busca también que los bisontes se conviertan en un atractivo turístico más en el pueblo mágico de Cuatro Ciénegas, a fin de mostrar algo diferente a los visitantes que llegan cada año a la ciudad. El bisonte es considerado un ingeniero de ecosistema debido a su influencia en los pastizales. Con su actividad natural promueve el rebrote vegetal, mejora la infiltración del agua, contribuye a la fertilidad del suelo y reduce riesgos de incendios al evitar la acumulación de pasto seco. Lo anterior es especialmente relevante en un entorno árido como Cuatro Ciénegas.
Su retorno, por tanto, consideraron los integrantes de la Fundación Pro Cuatro Ciénegas un paso clave para recuperar procesos ecológicos que habían quedado truncos.
Gerardo Ruiz, director de la fundación, explicó que la mayoría de los 44 bisontes provienen del rancho El Uno, que se localiza en la Reserva de la Biósfera de Janos, que fue el primer rancho de una manada en conservación en México. Actualmente tienen 500 cabezas.
La Fundación Pro Cuatrociénegas, en un esfuerzo coordinado con el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, Cuenca Los Ojos AC y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
De esta forma, se estableció la tercera manada de conservación en México, y se concretó el regreso del bisonte americano, a un territorio que dominó hace más de 200 años, dentro del Área de Protección de Recursos Naturales Cuenca Alimentadora del Distrito Nacional de Riego 004 Don Martín.
El retorno del bisonte fortalece además el espíritu de resiliencia y resistencia de la Nación N’dee/N’nee/Ndé, pueblo originario que resurge paralelamente en el territorio y a lo largo del Desierto Chihuahuense, y que encuentra, en esta reintroducción un símbolo clave para generar de nuevo las conexiones que restablecen el equilibrio integral de la región.
Indicó que la conformación de esta nueva manada forma parte de una estrategia integral basada en cuatro líneas de acción:
1. Fortalecer el marco normativo y avanzar en la inscripción del bisonte en la categoría de “Protección Especial”, en la Norma Oficial Mexicana 059.
2. Realizar un manejo poblacional integral que incluya el arreo, el registro y la selección de individuos para establecer nuevas manadas.
3. Regular el crecimiento poblacional mediante una tasa de aprovechamiento que permita reducir la presión sobre los pastizales y mantener una estructura saludable del hato.
4. Donar ejemplares a ranchos con condiciones adecuadas para promover la expansión de la especie hacia nuevos territorios.
