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Esta pareja se sometió a la eutanasia.

Tres días antes de dar su último aliento voluntariamente, la caravana de Jan y Els estaba estacionada en un puerto deportivo iluminado por el sol en Frisia, en el norte de Países Bajos.

Era una pareja a la que le encantaba moverse y había vivido la mayor parte de su matrimonio en una casa rodante o en barcos.

“A veces intentamos [vivir] en una casa”, bromeó Jan cuando los visité, “pero no funcionó”.

Con 70 años estaba sentado en el asiento giratorio del conductor de la camioneta sobre una de sus piernas: era la única posición que aliviaba su continuo dolor de espalda. Su esposa, Els, tenía 71 años y sufría de demencia. Para cuando los visité, ya le costaba formular sus frases.
“Esto”, dijo levantándose fácilmente del asiento y señalando su cuerpo, “está bien”. “Pero esto”, dijo señalando su cabeza, “está terrible”.
Para toda la vida
Jan y Els se conocieron en el jardín de infancia y su relación fue para toda la vida.

Cuando era joven, Jan jugaba hockey para la selección juvenil nacional de Países Bajos y luego se convirtió en entrenador deportivo. Els se formó como maestra de escuela primaria. Pero fue su amor compartido por el agua, los barcos y la navegación lo que definió sus años juntos.

Cuando eran una pareja joven vivían en una casa flotante. Más tarde compraron un barco de carga y construyeron un negocio de transporte de mercancías por las vías navegables interiores de Países Bajos.

Mientras tanto, Els dio a luz a su único hijo (que pidió no ser identificado). Hizo sus estudios en un internado en el que vivía durante la semana, pero pasaba los fines de semana con sus padres. Durante las vacaciones escolares, cuando su hijo también estaba a bordo, Jan y Els buscaban viajes de trabajo que les llevaran a lugares interesantes, a lo largo del río Rin o a las islas de Países Bajos.