En Changchun, China, un gamer pasó casi dos años encerrado en una habitación de hotel, sobreviviendo únicamente con comida a domicilio, y dejó tras su salida un escenario que rápidamente se volvió viral. El hombre alquiló una suite especializada para deportistas y salió tan poco que muchos empleados del hotel ni siquiera lo conocían.
Al revisar la habitación, el personal encontró montañas de basura, envoltorios de comida y botellas vacías que superaban un metro de altura en algunas áreas. La limpieza y desinfección del lugar requirieron tres días completos.
A pesar del caos y de una deuda pendiente de aproximadamente 400 dólares, el hotel decidió no presentar cargos ni emprender acciones legales adicionales contra el huésped, quien ya fue apodado como el “huésped del infierno”.