Skip to content

EL COMETA INTERESTELAR 3I/ATLAS HA EXPERIMENTADO UNA TRANSFORMACIÓN INUSUAL DESDE SU HALLAZGO EN EL MES DE JULIO, GENERANDO NUEVAS PREGUNTAS SOBRE EL MISTERIO DE SU ORIGEN

El cometa 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar detectado, ha dejado boquiabiertos a los astrónomos con un cambio en su comportamiento que pone en duda su origen. Desde su descubrimiento en julio, 3I/ATLAS había presentado una extraña anticola que apuntaba hacia el Sol, un fenómeno que no se ajusta a la dinámica habitual de los cometas. Sin embargo, recientes observaciones del Telescopio Óptico Nórdico en el Teide muestran una transformación significativa: la anticola ha desaparecido y ha sido reemplazada por una cola tradicional, orientada en dirección opuesta al Sol, como es esperado por las leyes físicas.

Este cambio ha generado un renovado interés en su composición y origen. Según los análisis espectroscópicos del telescopio James Webb, el cometa está perdiendo masa a un ritmo impresionante, con una composición rica en dióxido de carbono. Aunque algunos científicos, como Avi Loeb, sugieren que esta transición podría ser indicativa de una intervención artificial, la mayoría de los astrónomos consideran que se trata de un fenómeno natural, común en cometas que se acercan al Sol.

Con una masa total de más de 33.000 millones de toneladas, 3I/ATLAS continúa desconcertando a los investigadores. Las próximas observaciones, especialmente en diciembre cuando el cometa pase cerca de la Tierra, podrían finalmente revelar si este visitante interestelar es un cometa natural o un enigma más complejo.