Neil Hopper, un cirujano del Servicio Nacional de Salud, de Reino Unido, fue condenado a dos años y ocho meses de prisión después de amputarse sus propias piernas para cobrar el seguro. El médico, que ya había perdido su licencia profesional en 2023, admitió dos cargos de fraude por declaración falsa a compañías de seguros.
La investigación reveló que, en 2019, Hopper se congeló las piernas con hielo seco, un acto deliberado que forzó la amputación. Con el dinero que cobró de los seguros, adquirió una autocaravana, una estufa de leña, y hasta un jacuzzi.
Sin embargo, el móvil no era únicamente económico. Durante el juicio se reveló que la automutilación del cirujano también estaba motivada por un fetiche sexual. Además de los cargos de fraude, Hopper enfrentó cargos por posesión de imágenes pornográficas extremas, muchas de ellas relacionadas con mutilaciones, lo que añade un giro aún más perturbador a este caso.