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Día Mundial para Prevenir la Explotación, los Abusos y la Violencia Sexual contra los Niños y Adolescentes

En la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la dignidad de los niños y su derecho a vivir libres de violencia se sitúa como una prioridad de la agenda internacional de desarrollo a través de la aplicación de la gama de objetivos y metas de la Agenda 2030 pertinentes para poner fin a la explotación, el abuso, la trata, la tortura y todas las formas de violencia contra los niños, así como la eliminación de todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina, que ponen a los niños en riesgo de experimentar la explotación sexual infantil, el abuso y la violencia.

En 2023 se hizo oficial la proclamación del 18 de noviembre como el Día Mundial para Prevenir la Explotación, los Abusos y la Violencia Sexual contra los Niños y Adolescentes, esto debido a que la fecha inicio en Europa y poco a poco llegó la concientización a todo el mundo. 

Fue la ONU quien decidió en una de las Asambleas Generales realizadas en 2022, debido a la alarmante cifra de casos de abuso infantil y su aumento en el mundo entero. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) se estima que unos 15 millones de niñas, con edades comprendidas entre los 15 a 19 años de edad, han experimentado sexo forzado en su vida.

La Asamblea General, reafirmando la necesidad de eliminar y prevenir todas las formas de explotación, abuso y violencia sexuales contra los niños y de promover la dignidad y los derechos, incluida la salud mental y física y la curación, de quienes sufren explotación, abuso y violencia sexuales contra los niños, adoptó el 7 de noviembre de 2022 la resolución A/RES/77/8, por la que se proclama el 18 de noviembre de cada año Día Mundial para la Prevención de la Explotación, el Abuso y la Violencia Sexuales contra los Niños y la Sanación de sus Efectos.

Las Naciones Unidas invitan a todos los Estados miembros, las organizaciones competentes del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, los dirigentes mundiales, los actores confesionales, la sociedad civil, incluidas las organizaciones no gubernamentales, las instituciones académicas y el sector privado, y otras partes interesadas pertinentes a que conmemoren cada año el Día Mundial para Prevenir la Explotación, los Abusos y la Violencia Sexuales contra los Niños y Promover la Sanación como cada uno considere más apropiado, por ejemplo comprometiéndose a garantizar una educación de calidad y concienciar al público sobre las personas afectadas por abusos sexuales en la infancia y la necesidad de prevenir y eliminar la explotación, los abusos y la violencia sexuales contra los niños, tanto en línea como en otros ámbitos, y el imperativo de exigir cuentas a los responsables, asegurarse de que los supervivientes y las víctimas tengan acceso a la justicia y a reparaciones, y facilitar un diálogo abierto sobre la necesidad de prevenir y eliminar su estigmatización, promover su sanación, afirmar su dignidad y proteger sus derechos

* En todo el mundo, se calcula que unos 120 millones de mujeres menores de 20 años han sufrido diversas formas de relaciones sexuales no consentidas. Aunque no se dispone de estimaciones mundiales sobre la violencia sexual contra los chicos, los datos de 24 países predominantemente de renta alta y media indican que la prevalencia oscila entre el 8% y el 31% entre las chicas y entre el 3% y el 17% entre los chicos menores de 18 años.
* 1 de cada 4 niños menores de 5 años vive con una madre víctima de violencia de género a manos de su pareja
* Los adultos que sufrieron 4 o más experiencias infantiles adversas, incluidos abusos físicos, sexuales y emocionales, tienen 7 veces más probabilidades de verse implicados en violencia interpersonal como víctimas o agresores y 30 veces más probabilidades de cometer un intento de suicidio.
* 1 de cada 20 hombres admitió haber tenido comportamientos sexualizados en línea hacia niños que se sabía eran menores de 12 años.

La violencia sexual infantil es una problemática que no cede. Según el análisis del Global Burden of Disease, publicado en la revista The Lancet en 2025, las estimaciones de prevalencia de violencia sexual en la infancia se han mantenido relativamente estables desde 1990, con ligeras variaciones por país y región. El mismo estudio señala que, entre jóvenes de 13 a 24 años que sobrevivieron a estas violencias, el 67,3 % de las mujeres y el 71,9 % de los varones experimentó la primera agresión antes de los 18 años.

Décadas de campañas, compromisos y declaraciones no movieron esa cifra. Ese quizá sea el dato más perturbador. Esta persistencia tampoco es nueva y puede verse en la manera en que las sociedades, defienden , desestiman o reniegan de estos crímenes contra la infancia.