Después de tres días de intensas negociaciones en Egipto y tras dos años de guerra , la esperanza vuelve al escenario internacional. Sucedió una noticia que esperaba el mundo entero: Hamás declaró oficialmente el inicio de un alto al fuego permanente en la Franja de Gaza.
Como parte del pacto, Israel liberará a 250 palestinos condenados a cadena perpetua, además de mil 700 gazatíes detenidos desde el inicio de la guerra y todas las mujeres y niños palestinos encarcelados.
En cuanto a los detalles del cierre de este pacto, fue el presidente estadounidense Donald Trump quien los dio a conocer.
“Vamos a ir a Egipto para la firma. Ya hemos tenido una firma que me representa, pero esta será otra más, la oficial”, expresó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El mandatario estadounidense también destacó que este acuerdo cuenta con el respaldo de varias naciones.
“Y lo increíble es que varios países están de acuerdo con este acuerdo”, subrayó Trump.
El acuerdo entre Israel y Hamás provocó reacciones inmediatas a nivel internacional. La ONU celebró el pacto y elogió el papel de Estados Unidos, Egipto y Turquía; su secretario general, pidió a ambas partes “cumplir plenamente los términos del acuerdo”. La OMS se declaró lista para atender las graves necesidades sanitarias en Gaza y ayudar a reconstruir su sistema de salud. El ministro de Exteriores de Egipto expresó su esperanza de que este acuerdo marque “un nuevo capítulo de seguridad y estabilidad para palestinos e israelíes”, mientras que Turquía, como mediador, se comprometió a supervisar de cerca su implementación. Por su parte, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, aseguró que tras el cierre de esta negociación se debe de facilitar “la conexión entre Cisjordania y Gaza”, y el primer ministro de Israel agradeció a las fuerzas de seguridad y reconoció a Donald Trump por su mediación en el proceso.
Tras el cumplimiento de esta primera etapa del plan propuesto por Trump para buscar la paz, las demás fases continuarán en negociaciones y, si todo marcha bien… se produciría un verdadero milagro: la guerra en Medio Oriente podría llegar a su fin.
Ante la posibilidad de que esta guerra termine de manera definitiva, los afectados viven emociones entrelazadas: esperanza y alegría por el alto al fuego, junto con tristeza por haber perdido sus bienes, y algunos de sus seres queridos.
“Estamos felices de que la guerra con suerte termine. Es cierto que no tenemos hogares ni nada a lo que regresar. Pero algo de normalidad volverá. Ojalá que Alá nos recompense”, comentó Suzan Kamel, desplazada de Rafa.