En un imponente desfile militar realizado en Pekín, China conmemoró el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial mostrando una avanzada gama de armamento, incluyendo por primera vez vehículos marítimos autónomos y robots en forma de perro con capacidades militares.
El evento, encabezado por el presidente Xi Jinping, envió un claro mensaje de fuerza al exterior. Se exhibieron misiles de gran tamaño con mayor alcance y carga útil, además de sistemas diseñados para neutralizar ataques con drones de forma más eficiente. Las armas no tripuladas también destacaron, mostrando el progreso de China en tierra, aire y mar.
La ceremonia tuvo un alto valor simbólico, no solo por el mensaje nacionalista, sino también por la presencia de líderes como Vladimir Putin y Kim Jong-un, en una señal de alianzas estratégicas. Desde EE.UU., Donald Trump reaccionó con sarcasmo, acusando a los tres mandatarios de “conspirar” contra su país.