Después de que el Congreso de la Unión probó la reforma arancelaria que impondrá nuevos o mayores impuestos a las importaciones de países con los que México no tiene tratados comerciales, especialmente varias naciones asiáticas, la presidenta Claudia Sheinbaum detalló que no es una medida unilateral contra China, sino que es una estrategia para impulsar el mercado nacional.
“No está dirigido a China, eso es muy importante. Es a los países con los que no tenemos tratado comercial. Porque si no parece que es un asunto en donde México le está poniendo restricciones al comercio, no. Sencillamente por el plan México nosotros definimos una estrategia. ¿Qué estrategia? es que se produzca más en México. Entonces, hubo varias reuniones con los empresarios mexicanos de una primera propuesta que se hizo en donde los propios empresarios nos dijeron, no solo mexicanos, empresas también internacionales que están en México”.
La iniciativa fue respaldada por la mayoría legislativa y contempla aranceles de mínimo 5% sobre más de mil líneas de productos, que abarcan sectores como textiles, autopartes, plásticos, aluminio y electrónicos. La medida entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2026 y busca corregir lo que el gobierno considera distorsiones en el comercio y proteger a la industria nacional frente a importaciones de bajo costo.
Países afectados como China han expresado su preocupación y urgieron a México a reconsiderar la medida, argumentando que podría perjudicar los intereses económicos de sus exportadores y tensar las relaciones comerciales bilaterales.