El Gobierno de México comenzó a liberar agua desde embalses fronterizos hacia Estados Unidos como parte del cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944. La presidenta Claudia Sheinbaum refirió que este envío se concretó tras negociaciones con los gobernadores fronterizos y que el esquema no afectará en gran medida a los agricultores.
“Se trabajó con todos los gobernadores y se buscó un esquema de afectación mínima a agricultores de todo el país, particularmente de los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Entonces, buscó resarcir con aguas de otras cuencas que permitieran atender el tema del adeudo de agua. Todos estuvieron de acuerdo y eso nos va a permitir que la afectación sea mínima. Prácticamente no hay afectación a los agricultores del norte de México. Creo que fue un buen acuerdo”.
Cabe recordar que el déficit hídrico acumulado por México en los últimos años alcanzó cientos de millones de metros cúbicos debido a sequías históricas y ambos gobiernos acordaron que se liberarían alrededor de 249 millones de metros cúbicos antes de fines de diciembre para avanzar en el cumplimiento del tratado.
En el mismo sentido, la presidenta refirió que el gobierno trabajará especialmente en Tamaulipas para tecnificar más el agua de riego y tener mayor disponibilidad del recurso.
“Vamos a, particularmente Tamaulipas, es el estado que más se ve afectado por todo el uso del río Bravo. Hay un proyecto de hace mucho tiempo, no sé de qué año, para poder hacer una línea de conducción de las aguas, del agua tratada de Nuevo León a Tamaulipas para utilizarse para riego”.
El gobierno mexicano ha señalado que este cumplimiento no representa un perjuicio al suministro nacional y que puede atender tanto sus compromisos internacionales como las necesidades internas.
