Cada tercer miércoles de octubre, el mundo se une para celebrar el Día Mundial de la Ética, una iniciativa creada por el Consejo Carnegie de Ética en Asuntos Internacionales.
Esta jornada anual tiene como objetivo destacar la importancia de la ética en la vida cotidiana de las personas, así como en las decisiones empresariales y en la formulación de leyes y políticas.
Desde su inicio en 2014, el Día Mundial de la Ética ha crecido en alcance y participación, involucrando a individuos y organizaciones de más de 75 países.
En un mundo marcado por desafíos globales como pandemias, ataques a la democracia, crisis de refugiados, injusticia racial y cambio climático, y guerras, la ética se convierte en un faro que guía nuestras acciones.
La ética no es solo un conjunto de reglas abstractas, sino un recordatorio constante de nuestra responsabilidad hacia los demás y hacia el planeta en el que vivimos. Es un llamamiento a la empatía, la justicia y la acción consciente.
Ética y Deontología
La diferencia entre ética y deontología radica en su enfoque: mientras la ética se centra en principios morales generales que guían el comportamiento humano, la deontología se refiere a las normas y deberes específicos que rigen una profesión particular.
La diferencia entre ética y deontología es un tema que frecuentemente genera confusión, pero es crucial discernir entre ambos conceptos para comprender mejor su aplicación en diversas áreas profesionales. A continuación, se detallan las principales diferencias y características de la ética y la deontología, enfocándose en su definición, aplicación y relevancia en distintos contextos.
En este día, es esencial recordar que la ética no conoce fronteras ni barreras. Es un valor universal que nos une como seres humanos. Así que, en el tercer miércoles de octubre, reflexionemos sobre nuestras acciones y comprometámonos a construir un mundo más ético y justo para todos. Juntos, podemos marcar la diferencia. (Día Internacional De)