Cerrar un ciclo no siempre es fácil. A veces duele, otras veces libera… pero siempre transforma.
Y aunque la palabra “ritual” puede sonar espiritual o mística, aquí vamos a enfocarla desde un lugar simple, humano y cotidiano: un momento especial para ti, para agradecer lo vivido y abrir espacio a lo que viene.
Este ritual no requiere creencias, objetos especiales ni técnicas complicadas.
Solo necesitas tiempo, honestidad y ganas de escucharte.
1. Crea un pequeño espacio para ti
Elige un rincón tranquilo de tu casa. Puede ser tu habitación, un sillón cómodo o incluso tu escritorio.
La idea es regalarte unos minutos sin interrupciones, un espacio donde puedas respirar y estar contigo.
2. Escribe aquello que agradeces
Piensa en todo lo que este ciclo —mes, año, etapa o relación— te dejó.
Agradece lo bueno, lo aprendido, lo superado, lo que te fortaleció.
No necesitas frases perfectas… solo sinceridad.
3. Reconoce lo que deseas dejar atrás
Todos cargamos con cosas que ya no queremos seguir llevando.
Escribe aquello que te lastimó, que te cansó o que ya no te representa.
Reconocerlo es el primer paso para soltarlo.
4. Respira profundo y lee tus palabras
Toma aire y lee en voz baja lo que escribiste.
Agradece lo que se queda.
Agradece lo que se va.
Agradece quién fuiste y quién estás empezando a ser.
5. Cierra el momento con una decisión sencilla
No necesitas hacer nada complicado.
Puedes guardar el papel, romperlo, tirarlo o conservarlo como recuerdo.
Lo importante no es el gesto… es la intención: estás listo para seguir adelante.
Recuerda:
Cerrar ciclos es un acto de amor propio.
No es olvidar, no es negar… es reconocer lo vivido con gratitud y permitir que la vida avance contigo.
Cada cierre abre un nuevo espacio para crecer.
Nota:
Este contenido es exclusivamente informativo y no promueve ninguna religión, práctica espiritual ni creencia particular.
Si estás atravesando un momento emocional difícil o sientes que necesitas apoyo profesional, es importante consultar a un especialista en salud mental para recibir acompañamiento adecuado.
