La moda sostenible ha dejado de ser una tendencia pasajera para convertirse en una filosofía de vida. Hoy en día, los consumidores buscan marcas que produzcan de forma ética, usando materiales reciclados, orgánicos o de bajo impacto ambiental. Firmas como Stella McCartney, Ecoalf y Reformation lideran este movimiento, apostando por la transparencia en sus procesos y la reducción del desperdicio textil. Además, muchas personas han adoptado la práctica del “upcycling”, que consiste en reutilizar o transformar prendas antiguas para darles una nueva vida. En plataformas de reventa como Vinted o Depop, las prendas de segunda mano son cada vez más populares. Vestir sostenible no solo es una elección estética, sino también un acto de responsabilidad social y ambiental.
La moda sostenible: un estilo que cuida el planeta
