Los peluches suelen ser compañeros inseparables de muchos niños y, aunque parecen inofensivos, pueden acumular polvo, restos de comida y bacterias con más facilidad de la que imaginamos. Por ello, especialistas en cuidado del hogar recomiendan darles mantenimiento regular para mantenerlos en buen estado y garantizar su higiene.
La frecuencia del lavado depende del uso: si el peluche solo está como decoración, basta con sacudirlo ocasionalmente; pero si se trata del muñeco que acompaña a los menores para dormir o jugar todos los días, lo ideal es lavarlo cada 10 a 15 días.
Antes de cualquier método de limpieza, es importante revisar si el juguete tiene pilas, sistemas electrónicos o etiquetas con instrucciones específicas.
A continuación, las tres formas más utilizadas para limpiar peluches, dependiendo de sus materiales y estado:
✔ 1. Lavado en lavadora (para peluches resistentes)
Se recomienda únicamente para juguetes sin baterías y con costuras firmes.
Pasos:
– Revisar que no tenga daños; si es necesario, realizar una pequeña reparación.
– Colocarlo dentro de una funda de almohada o bolsa protectora.
– Usar detergente suave y un ciclo delicado.
– Secar al aire, evitando secadora y luz solar directa para prevenir malos olores o moho.
✔ 2. Lavado a mano (ideal para peluches delicados)
Perfecto para juguetes antiguos, frágiles o de tejidos finos.
Pasos:
– Preparar un recipiente con agua tibia y detergente suave.
– Sumergir el peluche y limpiar con cuidado usando las manos o un paño.
– Enjuagar hasta eliminar el jabón.
– Dejar escurrir y secar en un área ventilada.
✔ 3. Limpieza en seco (para peluches con pilas o electrónicos)
Recomendada para juguetes que no pueden mojarse.
Pasos:
– Humedecer ligeramente un paño con una mezcla de agua y detergente.
– Frotar suavemente toda la superficie.
– Pasar otro paño apenas húmedo para retirar residuos.
– Dejar secar completamente antes de usar.
Con estos métodos, los peluches pueden mantenerse limpios, suaves y seguros sin riesgo de dañarlos. Una limpieza adecuada no solo alarga su vida útil, también ayuda a prevenir problemas de higiene en casa, especialmente en espacios donde conviven niñas y niños.
