El “color melting” es una técnica de coloración capilar diseñada para crear una transición de color extremadamente suave y natural, fundiendo múltiples tonos sin líneas de demarcación visibles. Se considera una evolución natural que combina lo mejor del balayage y las mechas tradicionales, logrando un efecto de color “derretido” que imita cómo el sol ilumina el cabello, pero de forma aún más difuminada.
Diferencias clave con el Balayage y las Mechas
Mechas tradicionales: Crean separaciones y contrastes más nítidos mediante el uso de papel de aluminio u otras herramientas para aislar secciones de cabello.
Balayage: Es una técnica de pintura a mano alzada que se centra en la colocación estratégica de la luz, logrando un efecto barrido y un crecimiento de raíz más difuminado, pero aún puede tener un efecto de luz específico.
Color Melting: Va un paso más allá en la naturalidad. El objetivo es que los tonos se integren entre sí sin ninguna línea de demarcación, como si el color base y los reflejos se hubieran fundido naturalmente en la fibra capilar, similar a una acuarela. Se trabaja mezclando y difuminando los límites entre tonos para eliminar cualquier línea.
Características y Beneficios
Acabado natural: El resultado es un cabello suave, dimensional y luminoso, con un degradado perfecto que no parece artificial.
Bajo mantenimiento: El crecimiento del cabello no deja marcas evidentes, lo que permite espaciar las visitas al salón de belleza para retoques.
Versatilidad: Es adecuado para todo tipo de cabellos (rizado, lacio, etc.) y se ve especialmente refinado en tonos como rubios dorados, castaños miel y castaños luminosos.
Personalizable: La técnica permite a los estilistas combinar varios tonos para adaptarse perfectamente al color base del cliente y al efecto deseado.
En resumen, si buscas un look que ilumine tu melena con una transición de color tan sutil que parezca completamente natural, el “color melting” es la técnica ideal para lograr un resultado impecable y de bajo mantenimiento.
